Camila Tarocco fue vista por última vez por una amiga el viernes 3 de abril por la noche. Desde ese momento no se sabe nada de ella. La búsqueda continúa.
Una amiga fue la última persona que vio a Camila Tarocco. Había estado cenando con ella y con Ariel González, la ex pareja de Camila, en la noche del viernes 3 de abril en la casa que alquilaba la chica en el barrio Cascallares. Luego de esa comida, todo es especulación.
La relación de Camila con González era, al menos, compleja. Padre de sus dos hijos, tenía la tenencia de los nenes, de 5 y 7 años –quienes ahora estarían en custodia de los padres de González-. La testigo indicó que el más pequeño de los nenes estuvo presente en la cena. Camila había denunciado a Ariel González por violencia de género y esperaba por el juicio, que se postergó por la pandemia de coronavirus. González ya arrastraba una prisión morigereada por un delito de las mismas características contra otra mujer y que instruye la UFI Nº 9 del Departamento Judicial de Moreno y General Rodríguez, señalaron las fuentes consultadas.
El martes 7 de abril, ya con la denuncia de desaparición de persona en plena instrucción, la Dra. Luisa Pontecorvo dispuso que tanto González como el actual novio de Camila, un joven que era vecino del barrio, fuesen aprehendidos. Luego de las declaraciones, la Dra. Pontecorvo –titular de la UFI Nº 3 del Departamento Judicial de Moreno y General Rodríguez- dispuso liberar a este último individuo y pedir al Juzgado de Garantías en turno la detención de González. Los argumentos de la fiscal fueron claros. Imputó a González por los delitos de “falso testimonio”, al encontrar inconsistencias entre sus dichos y los elementos probatorios que figuran en la causa y por “desobediencia”, ya que el beneficio de excarcelación al que estaba sujeto indicaba que debía permanecer en la vivienda declarada, que era la de sus padres. No podía deambular por la calle.
González habría declarado que en la noche del viernes, luego de cenar y que Camila acompañara a su amiga hasta su casa, se acostaron a dormir. Se habrían levantado temprano, y en su moto, y junto con el nene, la habrían llevado a Camila hasta la parada del colectivo ubicada a unas 20 cuadras de su vivienda. Este fue uno de los primeros interrogantes. ¿Teniendo la posibilidad de tomar el transporte público a pocos metros de la casa, por qué la llevó hasta ese lugar? ¿Ya que había hecho ese viaje, por qué no la alcanzó hasta el centro de Moreno, distante a unas 15 cuadras? ¿En moto, con la criatura de 5 años, en plena madrugada? Cuestiones que a los investigadores no les cierran y que encendieron las primeras alarmas. Además, nuestras fuentes refirieron que el trayecto habría sido reconstruido por personal de la DDI (Dirección Departamental de Investigaciones) junto a González y revisado las cámaras de seguridad privadas que encontraron en dicho camino. Ninguna habría captado el paso de la moto en el horario señalado por González.
Camila Tarocco tenía que ir al banco a cobrar la Asignación Universal por Hijo. La justicia confirmó que no hubo movimientos en la cuenta, por lo tanto no ingresó en un cajero automático. ¿Llegó a Moreno? Otras de las dudas que existen en el expediente. Hay al menos un testimonio que indicaría que la habrían visto en la zona céntrica, pero sería al menos endeble.
Durante este fin de semana, la Policía realizó una serie de rastrillajes. Distintas reparticiones participaron de la búsqueda, alcanzando al menos a medio centenar de efectivos. El viernes recorrieron la zona lindante al Río de la Reconquista, en el barrio Cascallares, en las cercanías de la casa de Camila. El sábado el operativo se llevó adelante en el campo de San Carlos y Pereda, detrás del predio del Sindicato del Seguro, y frente a la sede de Terrafertil. Los resultados fueron negativos. Más allá de que en las redes sociales distintos usuarios publicaron que la Policía había rescatado dos chicas, esa información carece de sustento.
La investigación para dar con el paradero de Camila continúa. La fiscal no descarta ninguna hipótesis y ninguna pista. Algún sector está haciendo circular una convocatoria a marchar a la fiscalía. Desde el círculo íntimo de Camila piden que no se realice y que la comunidad ayude viralizando su foto. Solicitan que permanezcan en sus casas.
Camila tiene 26 años, mide 1.60 metros, tiene la tez clara, ojos verdes, el pelo cortado con flequillo y un tatuaje en el cuello, mientras que cuando desapareció vestía pantalón negro, campera con capucha marrón claro y zapatillas rosas.
Familiares de la chica pidieron que cualquier información sobre su paradero sea comunicada a la DDI Moreno y General Rodríguez al número telefónico 0237-4850043.