La víctima era un adolescente de 16 años. Tenía problemas con la justicia, incluso un pedido de detención por homicidio en grado de tentativa. Los vecinos de la zona estaban cansados de sus asaltos. Este martes por la tarde murió de un disparo en la cabeza. Cayó en medio de un intenso intercambio de disparos con una banda rival. Su cadáver fue golpeado y le robaron las zapatillas, celular y desconocidos se llevaron el arma que portaba el joven fallecido.
Federico Gallo tenía 16 años. En la tarde de este martes 12 de mayo, cerca de las 16:30 horas, murió en la vereda de la calle Guido Spano, entre Alberdi e Yrigoyen, frente a la cancha del club La Victoria del barrio Rififí. Cayó de un preciso disparo en la cabeza, luego una intensa balacera.
Las fuentes consultadas indicaron que Gallo había tenido problemas con una banda rival –integrada por unos hermanos a los que apodarían «cápulas» – durante el fin de semana. En la tarde de este martes habría ido a la puerta de la casa de estos individuos y habría comenzado con tirotearles la casa. La respuesta llegó a través de un vendaval de plomo.
Gallo quedó tendido en la vereda. Recibió una herida en la cabeza, con orificio de salida. Murió instantáneamente. El cadáver sufrió vejaciones: fue pateado en la cabeza en reiteradas oportunidades, mientras que le sacaron el teléfono celular, las zapatillas y el arma de fuego que portaba. En medio de la conmoción del barrio, las calles de casi intransitables comenzaron a ser surcadas por motos y autos, a alta velocidad. Llegaron amigos y familiares de la víctima, quienes también fueron agredidos a disparos. Rififí se convirtió en el infierno en la tierra, ante el terror de la comunidad de la zona.
Junto al primer móvil del Comando de Patrullas llegó Gendarmería Nacional, quienes acordonaron la escena del crimen. Los peritos de la Policía Científica hallaron al menos diez cápsulas servidas de un arma calibre 9 mm alrededor del cuerpo sin vida de Gallo.
Gallo tenía un pedido de captura por un homicidio en grado de tentativa ocurrido en diciembre del 2018 en el barrio Rififí. En esos momentos tenía 15 años y era un sujeto no punible. Allí habría baleado a una chica, aunque no quedó claro el motivo del ataque. La joven recibió un disparo en la pierna y otro en el estómago. Fue operada en el Hospital Mariano y Luciano de La Vega, donde le salvaron la vida. La orden de detención la había cursado el Juzgado de Garantías del Joven a cargo de la Dra. Mirta Guarino y a pedido de la fiscalía de Menores. La Policía no la ejecutó.
Los voceros indicaron que Gallo vivía junto a su familia en el barrio Las Piñas, a unas 8 cuadras del lugar donde encontró la muerte. Montaba motos de alta gama y los vecinos lo acusaban de vender drogas y realizar robos en la zona de poca cuantía, pero siempre armado. Había sido alumno de la Escuela 80. Las mismas fuentes señalaron que tenía un hermano de nombre Nico, quien también murió hace un tiempo, supuestamente en medio de extrañas circunstancias.
Hasta el momento, no se produjeron detenciones. La causa es instruida por la Dra. Luisa Pontecorvo, a cargo de la UFI Nº 3 del Departamento Judicial de Moreno y General Rodríguez. La investigación está a cargo de personal de la Comisaría 1º de Moreno y de la DDI de Moreno y General Rodríguez.