El viernes 15 de febrero Héctor García debió cambiar su rutina. En lugar de viajar desde muy temprano a su taller mecánico, decidió ir hasta el hospital Vicente López y Planes, para que los médicos le indicaran cuál era el estado de salud de su madre. Fue cerca de las 10 de la mañana que, cumplido el trámite, decidió salir en su Ford Ranger modelo 2007, hacia donde lo esperaba la jornada laboral.
Realizó uno de los caminos que transitan habitualmente los rodriguenses para evitar el pago del peaje. Recorrió la Ruta 7 desde General Rodríguez hasta parada Luchetti (en el límite con Moreno) y allí tomó la calle Nemesio Álvarez con el fin de ingresar a la Autopista del Oeste.
Fue justamente en el trayecto donde intentaba unir la Ruta 7 con el Acceso Oeste donde se desencadenó el episodio que iba a terminar con su vida. Aparentemente con intenciones de robarle el celular, la billetera y posiblemente la camioneta, un delincuente le asestó un disparo en su pierna izquierda. La mala fortuna hizo que la bala calibre 22, recorriera gran parte de la misma y le traspasara la arteria femoral, por lo cual y dado que estaba anticuagulado por una afección cardíaca, comenzó rápidamente a desangrarse.
García, en el afán de luchar por su vida y ya sin los ladrones a su alrededor, habría intentado realizarse un torniquete en la pierna, pero la pérdida de sangre fue muy importante y por ese motivo se desvaneció y la camioneta se terminó incrustando en un terreno lindero a la Colectora Sur, donde finalmente fue encontrado por la policía ya sin vida.
Operativo
Una vez tomado conocimiento del hecho se registró un importante operativo alrededor del lugar donde quedó estacionada la Ford Ranger de Héctor García. Casi media hora después y con la documentación en mano, se conoció que el fallecido era el padre del delegado de Las Malvinas -en uso de licencia como Concejal-, Mauro García, a quién le fue informado de lo acontecido cuando llegó a la vivienda de sus padres ubicada sobre la calle Trueba.
El intendente Juan Pablo Anghileri y un grupo de amigos y colaboradores del funcionario, rápidamente se acercaron al lugar y trataron de cubrir las necesidades que se generan en este tipo de situaciones extremas.
Cerca de las 14 horas, en la morgue judicial del hospital Vicente López y Planes, se desarrolló la autopsia correspondiente y posteriormente su cuerpo fue trasladado a la cochería Bressani de la avenida Eva Perón, donde cientos de personas pasaron por el velatorio que se desarrolló hasta el sábado a la mañana, para brindarle un último adiós.
Gran tipo
Héctor Enrique García tenía 69 años. Desde hacía más de treinta se había radicado en General Rodríguez, proveniente de Arenaza, un pequeño pueblo que integra el partido de Lincoln, en la provincia de Buenos Aires.
La idea que sus hijos se desarrollen y puedan estudiar, fue lo que lo motivó a sentar bases en estas tierras. Durante la treintena de años pasó por muchas vicisitudes económicas, pero nunca se dejó vencer por el desaliento y siguió adelante.
Luego de un gran esfuerzo logró ver a una familia exitosamente conformada y sentía el afecto diario de sus vecinos, quienes siempre destacaron el respeto con que se manejó durante su vida.
Paradójicamente de su rutina, lo único que lo sacaba, era su amor por los autos. Su Ford Ranger estaba como cero kilómetro. “Es mi único vicio”, solía decirles a sus allegados, sin saber que justo arriba de su camioneta era donde el destino le había marcado su muerte.
Los seres queridos sufrieron mucho la pérdida y así lo demostró el propio delegado de Las Malvinas, Mauro García, quién utilizó su cuenta de Facebook para expresar sus sentimientos en un emotivo escrito, en el cual terminó comentando: “Hoy nuestra vida pasa por encontrar a los responsables de la muerte de nuestro padre, queremos que la justicia actúe y vamos a estar ayudando en todo lo que podamos, nos cuesta, nuestra familia está destrozada, hace algunos días falleció Lucio mi sobrino, hijo de Gabriel, mi viejo estaba muy angustiado por eso, hoy lloramos la muerte de él.
Difícil seguir adelante, pero tenemos su legado que es nunca bajar los brazos, seguir luchando.
Me queda agradecer profundamente, a todos quienes nos han acompañado en estas horas de tanto dolor, tanta angustia, y que respetaron a nuestra familia, pido disculpas si no he podido responder sus mensajes pero quiero que sepan que forman parte de mi vida y la de mi familia y hemos podido, gracias a eso, soportar esto que estamos atravesando”.