El pai umbanda que había sido detenido acusado de haber abusado sexualmente de una niña de 10 años y de al menos otras cuatro mujeres, apareció ahorcado con su propia campera en el calabozo donde se estaba preso y todo indica que se trató de un suicidio, informaron hoy fuentes policiales y judiciales.
Se trata de Luis Fernando Gómez Leal (50) quien el domingo 14 de mayo, a las 14.30, fue encontrado muerto y colgado en su celda en la Delegación Tres de Febrero de la Policía Federal Argentina (PFA), ubicada en la calle Bonifacini 4765 de la localidad bonaerense de Caseros.
Las fuentes indicaron que el hallazgo se produjo cuando uno de los oficiales le llevó al acusado la bandeja con el almuerzo y Gómez Leal no contestaba.
Al ingresar a la celda, el policía vio al pai ahorcado con la campera que tenía de abrigo.
Los policías a cargo de su custodia informaron luego que a las 8.15, Gómez Leal había ido al baño, que a las 11.30 se le ofreció lo mismo y dijo que no era necesario y que el siguiente contacto fue cuando le llevaron el almuerzo y ya se había colgado.
Al haber ocurrido dentro de una dependencia de la PFA, la investigación por la muerte del pai quedó en manos de la Juzgado Federal 2 de San Martín, desde donde se caratuló la causa como «muerte dudosa» más allá de que de acuerdo a la primera opinión de los peritos, todo indica que fue un suicidio.
Las pericias están a cargo de la Gendarmería Nacional y el juzgado federal dispuso que la autopsia se realice en la morgue judicial de la Capital Federal por expertos del Cuerpo Médico Forense.
Gómez Leal (50), de nacionalidad brasileña, había sido detenido el jueves último en una casa de la calle La Pinta 3135, en Villa Trujui, partido de Moreno, donde realizaba las ceremonias.
La detención fue realizada por pedido de la fiscal de Moreno Luisa Pontecorvo, a cargo de la causa por presunto abuso sexual.
Según las denuncias, el pai sometía sexualmente a sus seguidoras en una habitación lindera al templo, a quienes amenazaba de muerte y les exigía que no contaran lo que había sucedido.
Los pesquisas investigaban al menos cinco casos de abuso sexual, entre ellos el de una niña de diez años, aunque creen que las violaciones pudieron ser más.
El personal policial logró detener al sospechoso cuando planeaba fugarse a Brasil, ya que se encontraron en uno de los ambientes de la casa los bolsos preparados con su ropa.
La fiscal Pontecorvo le imputaba el delito de “abuso sexual agravado por resultar un sometimiento gravemente ultrajante para con las víctimas, por el acceso carnal y por la condición de ministro de culto, hecho reiterados, en concurso ideal con corrupción de menores agravado por ser una de las víctimas menor de edad, en concurso real con amenazas agravadas por el uso de arma”.
Cuando el viernes pasado fue llevado a la fiscalía para su indagatoria, Gómez Leal se negó a declarar.
Con el pai muerto, la causa pasará al archivo ya que se extingue la acción penal contra el único imputado.