La ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, y el secretario de Seguridad, Eugenio Burzaco, informaron en conferencia de prensa que la operación denominada «Quinta Fest» culminó el domingo 20 de diciembre con 17 allanamientos simultáneos realizados en la Capital Federal y la provincia de Buenos Aires, entre ellos en Puerto Madero, La Plata y una quinta de General Rodríguez.
Los operativos finalizaron con la detención de 13 personas, entre ellas Nicolás Pachelo (39), apuntado como presunto autor del crimen de García Belsunce por la familia de la víctima y también condenado por robo en el marco de otras investigaciones.
Además fueron apresados un sindicado líder de la barra brava de Huracán y uno de los miembros de las entonces denominadas Hinchadas Unidas Argentinas deportados por Sudáfrica en el mundial 2010, Luis Tucci (46); el empresario y fisicoculturista Florio Lenatowicz (45) y la ex modelo y diseñadora rusa Marina Sokolova (33).
Los otros detenidos son el relacionista público Javier Burgos (42), quien promocionaba las denominadas «Florio Fest»; Javier Hernán Rodríguez (31); Federico Landoni (30); Diego Stamati (34); Nicolás Manrique (22); Ezequiel Paniagua (27); Hugo Orlando Cueto (45); José Claudio Madarinsky (41) y Darío Fernando Oliveira (29).
La ministra Bullrich informó que además de estos detenidos, con anterioridad y en una causa conexa, fueron apresados tres policías federales, que son investigados como «cómplices» de las acciones narcocriminales.
En los allanamientos fueron secuestrados más de 2.500 pastillas de drogas de diseño, cuatro kilos de cocaína, dos de marihuana, 76 microdosis de LSD, autos de alta gama, armas, teléfonos y dinero.
Además, destacó que fue desbaratado un laboratorio donde se elaboraban las drogas de diseño y sustancias anabólicas que se vendían en gimnasios.
Uno de los allanamientos más importantes se llevó a cabo en una quinta de General Rodríguez, durante el transcurso de una de la fiestas electrónicas, donde irrumpieron los policías tanto en patrullas como en helicópteros y hasta se emplearon drones para observar las tareas de grupos especiales.
Los procedimientos fueron realizados por personal de la Superintendencia de Drogas Peligrosas de la Policía Federal, que actuó con la asistencia de distintas divisiones de la fuerza, y bajo órdenes del juez federal de Morón Juan Pablo Salas.
Según los funcionarios, los apresados conformaban una banda que organizaba fiestas electrónicas en quintas o locales privados, donde comercializaban las drogas entre sus asistentes, la mayoría personas de elevado poder adquisitivo, que eran convocadas al evento mediante redes sociales y mensajes in box, con el objeto de no dar a conocer a extraños el lugar del evento.
En general, en las fiestas al aire libre se montaban gazebos, dispuestos como lugares VIP, donde se vendían las drogas: éxtasis, LSD, ketamina, cocaína y marihuana, a la vista de todos los asistentes.
Según la información oficial, el rédito económico de la banda era muy elevado, ya que además de obtener dinero por la venta de drogas, cobraban las entradas entre 500 y 1.000 pesos.
Para poder ingresar a esas fiestas, los asistentes debían conocer a los organizadores o ir de parte de algún conocido, o mediante relacionistas públicos, a los que conocían en boliches nocturnos.
Burzaco explicó que la investigación realizada, en la que fue esencial la tarea de agentes encubiertos, demandó cerca de un año.
«Fue un trabajo de más de un año de investigación, de investigaciones largas, de mucho seguimiento. Se descubrió un centro de producción, porque lamentablemente en la Argentina se están produciendo drogas», expresó el secretario de Seguridad.
Bullrich destacó que tanto Pachelo como el líder barrabrava eran dos personas «con muchas responsabilidades» dentro de la organización, al tiempo que destacó el arresto de tres policías federales, en el marco de una causa conexa, por presunta complicidad con la banda narcocriminal.
Los policías «fueron detenidos en otra causa. Lo importante es que se demuestra que Asuntos Internos, junto con la Justicia, cuando ve que hay complicidades policiales actúa de inmediato, hay tolerancia cero a la corrupción», expresó Bullrich.
Se trata cinco policías federales, tres de ellos en actividad, que fueron detenidos el 1 de este mes junto a seis civiles como miembros de una banda mixta que cometía asaltos valiéndose de sus contactos para mantener «zonas liberadas».
Los sospechosos fueron apresados en 13 allanamientos realizados en la Capital Federal y las localidades bonaerenses de Quilmes, Sarandí, Merlo, Isidro Casanova, Beccar y Ramos Mejía por personal de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA).
Esos operativos fueron el desenlace de una investigación encabezada por el juez Salas y el fiscal federal Sebastián Basso, también de Morón.