Muerte en Kalahari: Liberaron a los tres «patovicas» acusados del homicidio de Leonardo Prim

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Ante el cambio de caratula en la causa que investiga la muerte de Leonardo Prim -el hombre que murió en la puerta de la disco Kalahari- y la liberación de los tres custodios, familiares y amigos de la víctima volvieron a marchar esta noche reclamando justicia, tras una decisión tomada por el juez de Garantías, Facundo Oliva, que desconcierta a propios y extraños.
Para el juez Oliva lo que sucedió el domingo 20 de diciembre a la madrugada en Kalahari fue una «muerte en riña» y Prim falleció por un edema pulmonar en lugar de los golpes que para la fiscal Alejandra Rodríguez están acreditados en el expediente, luego de tomar testimonios a testigos que presenciaron los hechos y en base a las imágenes que habrían registrados las cámaras de seguridad.
Sin embargo, el resultado de la autopsia arrojó que el cuerpo de Prim no presentaba lesiones visibles compatibles con una golpiza que derivó en su muerte. La conclusión de la autopsia es ahora fuertemente cuestionado por familiares y allegados a la víctima, quienes no tienen duda que Leonardo murió por los golpes que le propinaron los llamados patovicas. Tampoco están conforme con la decisión que tomó el lunes el juez Oliva.
A todo esto la fiscal Rodríguez apeló la decisión al tiempo que el intendente Oscar Luciani viajó a La Plata por este mismo asunto para expresar su preocupación por la excarcelación de los implicados antes las autoridades provinciales.
«Estamos todos por mismo. El que avisa no traiciona y esto es un aviso para Luján. La próxima vez vamos a venir un poco más loquito. No puede ser que se nos caguen de risa en la cara. Yo no quiero agitar a nadie, pero no puede ser que al otro día de haber enterrado a Leo, los liberan. Es una injusticia terrible. Todos estamos muy mal. Dan ganas de llorar pero vamos a seguir peleando. Cada vez tenemos que ser más en las marchas», dijo Gabriel De Cunto, amigo de Prim, en la puerta de la Comisaría Luján Primera donde finalizó la marcha pasadas las 21.
Un rato antes, un centenar de personas habían partido de la Municipalidad. Al llegar a la esquina de San Martin e Italia se detuvieron por unos minutos frente a Luján Jockey Club, una firma de Roberto Laffont, dueño de la disco administrada por su hijo Facundo y donde pasó el grave episodio que le costó la vida a Prim.
«Tenemos que seguir con la fiscal, poner un abogado y apurar para que los tres asesinos vuelvan a la cárcel sino que se atengan a las consecuencias porque vamos a seguir marchando y cada vez más nerviosos, y eso no le conviene a nadie. Nadie quiere agitar a nadie pero todo el mundo tiene que saber que el juez Facundo Oliva liberó a tres asesinos cuando nos avisaron que nos quedáramos tranquilos que estaban las pruebas suficientes para que permanezcan preso y Kalahari está clausurado. No bajemos los brazos porque no subestimaron mucho y nos boludearon», instó De Cunto y propuso una nueva marcha para el viernes 1º de enero a las 20 y hablar con el intendente.
Indignada como muchos, Karina, hermana de Leonardo, expresó estar conforme con la actuación de la fiscal y de la Policía mas no deja de sorprenderse por la conclusión a la que llegó la autopsia. «Murió de un paro cardiaco y un edema pulmonar pero no dice a causa de qué», sostuvo y afirmó que en su opinión el abrupto cambio de rumbo que tomó el caso es «porque tienen plata y andan desesperado por abrir el boliche. Aparte, hay testigos que vieron cuando le pegaban desde la barra hasta que lo matan y esos testigos declararon» pero «es el poder y hay una mafia atrás».
Por su parte, el subsecretario de Seguridad, Héctor Navarro, dijo que desde la Municipalidad se está haciendo todo lo posible para que el Kalahari continúe cerrado, permanece en contacto con la fiscal y está disposición de los familiares.
Cabe recordar que el domingo mismo, la fiscal había ordenado la aprehensión primero de dos de los patovicas del local: Sergio Jugo, de 21 años y Boris Lordi de 37. Horas más tarde dispuso la aprehensión de un tercer patovica, identificado por la Policía como Martín Simionato, de 37 años. En base a los datos recabados y pruebas recolectadas, las aprehensiones se convirtieron en detenciones. Pero el lunes, cuando la familia era notificada de las diligencias adoptadas, se conoció la decisión del Juzgado de Garantías que dejó estupefactos a muchos.
Fuente: Bisemanario El Civismo