Nelson Suárez de 83 años fue golpeado y murió estrangulado. Luego su cuerpo arrojado al lago San Francisco. Esta revelación se desprende de la autopsia que se realizó en el Cuerpo Médico Forense de General Rodríguez. La causa pasó de muerte accidental a homicidio. Investiga la justicia.
La ciencia nuevamente es clave para comenzar a desentrañar un caso. La operación de autopsia, de absoluta rutina, que le realizó el médico forense al cadáver de Nelson Suárez, el hombre de 83 años cuyo cuerpo apareció flotando en las aguas del lago San Francisco, arrojó que no murió ahogado sino asesinado.
El examen realizado en la necropsia señaló que presentaba escoriaciones en el rostro, en un brazo y en las piernas y que fueron claramente pre mortem. Se considera que fueron heridas defensivas. Y que lo asesinaron estrangulándolo. Fue una asfixia mecánica, por compresión y tracción. Presume el facultativo que fue con las manos. Apoya esta presunción en una línea blanquecina en torno al cuello y marcas que se corresponderían con dedos. No había agua en los pulmones de la víctima. Por lo tanto fue tirado al agua ya muerto.
El cadáver fue rescatado en la madrugada del pasado domingo 28 de mayo por los buzos tácticos de los Bomberos de la provincia de Buenos Aires. La autopsia se realizó durante la tarde del domingo e inmediatamente se le notificó la impactante novedad a la Dra. Alejandra Rodríguez, titular de la UFI Nº 9 del Departamento Judicial de Moreno y General Rodríguez.
Con esta información, el lunes personal de la Policía Científica comenzó un rastrillaje en el lago San Francisco, y en una suerte de islote encontraron la ropa de Suárez, prolijamente colgada de un árbol de ramas bajas. En un primer momento no había trascendido este dato, pero el cadáver solo vestía ropa interior y una remera. ¿Qué fue lo que pasó en la previa al homicidio? Hasta el momento es una incógnita.
Este martes peritos de la Policía estuvieron en el predio que regentea “Pety” Almeida, ubicado en los fondos de la calle Carlos De Linneo, más allá del cruce con Tales de Mileto de la localidad de Francisco Álvarez. Ahí fue donde llegó Nelson Suárez alrededor del mediodía del sábado 27 de mayo. Dejó estacionado su Fiat Duna Rojo y desenganchó un kajak desvencijado. Con esta embarcación se internó en las aguas que conforman los arroyos que alimentan el lago San Francisco, contenido por la presa Roggero.
Cerca de las 17 horas dos pescadores advirtieron el kajak dado vuelta y sin señales del ocupante. Llamaron al servicio de emergencias 911 y dieron aviso de la novedad.
Ahora la Dra. Rodríguez decidió el cambio de carátula de “muerte por accidente” a “homicidio”. No hay imputados hasta el momento. Las siguientes medidas procesales serían primeramente tomarle declaración al médico forense para despejar dudas respecto a la causal de muerte. Posteriormente se entrevistaría con “Pety” Almeida, quien sería la última persona que vió con vida a Suárez, además del o los asesinos. Y luego también citará a los pescadores que advirtieron la situación. Un gran misterio rodea al caso.
