Grave conflicto en el frigorífico Top Meat

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Sigue sin poder destrabarse la situación en el frigorífico Top Meat de General Rodríguez y al ingresarse en denuncias judiciales entre los socios, el tema parece entrar en un camino muy oscuro del cuál no se sabe si se podrá definitivamente salir.
La situación es por demás desesperante, dado que no hay producción desde hace más de 90 días y son cerca de 70 las familias que están esperando una resolución favorable para volver a su trabajo.
Lamentablemente para todos ellos las noticias no son para nada halagüeñas, dado que la semana pasada, en la edición de la publicación mensual de “Patagonia Rebelde” dirigido por Edgardo Miller, se conoció que Rodolfo Cordano, presidente de Top Meat, realizó una denuncia por el delito de administración fraudulenta contra Ariel Noya, Juan Ángel Guerra y Sergio Guerra, quienes serían en principio los que tomaron la decisión de cerrar el frigorífico para presionar a una negociación de venta.
La motivación que llevó a Cordano a realizar la presentación ante la UFI Nº 10 de Luján a cargo del Dr. Pablo Vieiro, es que las maniobras realizadas por los denunciados para desarrollar la operación fueron etiquetadas como “muy graves”, dado que el propio Noya le habría advertido que en caso de no cerrar la operación de venta en alrededor de 2 millones de dólares, comenzaría a llevar adelante una acción administrativa y financiera, para ahogar económicamente a la firma Deltacar y así provocar el colapso definitivo de los dos frigoríficos.
Según indica la misma fuente periodística, el precio requerido por Noya está por encima del valor comercial de las mismas, dado que el frigorífico Top Meat acarrea una importante deuda que rondaría entre los 4 y 7 millones de pesos.
Continuando con el relato de las acciones y fiel a lo establecido en su hipotética advertencia, Noya habría cambiado las claves bancarias de la empresa, bloqueando toda posibilidad de actividad con las entidades crediticias. Como consecuencia de ésta maniobra, comenzaron los problemas porque se canceló la línea de crédito que permitía a la empresa girar en descubierto, se generó la imposibilidad de transferir dinero desde la cuenta corriente de Deltacar, para abonarle el sueldo al personal y además afectó el pago hacia las ART que protege a los trabajadores.
También Noya dio de baja la clave fiscal ante la AFIP, algo que puede comprometer severamente la continuidad del frigorífico, puesto que el ONCCA (Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario), exige éste dato como primordial. La importancia es que la falta de clave fiscal impide al frigorífico la renovación o inscripción de matrículas para los matarifes.
Problemas
Pese a ser sindicado como uno de los principales generadores de la problemática actual de los frigoríficos Top Meat y Deltacar, indicó “Patagonia Rebelde”, que el pasado 23 de mayo por la mañana, Mauricio Noya se hizo presente en la planta de la Ruta 28 acompañado por la escribana Cecilia Moro y el abogado Francisco Cronshey.
La idea era aparentemente retirar dinero, algo que lógicamente no pudo hacer porque en la propia puerta fue aguardado por el personal de la empresa, que literalmente le comenzó a gritar “ladrón, devolvé la plata”. Fueron los delegados Eduardo Galiano y Germán Palanconi, quienes llevaron adelante las peticiones de los asalariados, exigiendo a Noya que se de alta la clave fiscal, ya que los trabajadores están sin ART, obra social y no se le aportan las cargas sociales.
En la misma charla, los delegados describieron como positiva la actitud del empresario Fernández, cara visible de Deltacar. En éste caso admitieron que “es el único que da realmente la cara a los trabajadores”.
Finalmente se refirieron a que Guerra rechazó una oferta concreta de compra para dejar Top Meat, pero al rechazarla generó mayor incertidumbre respecto a lo que se viene en el futuro cercano.