Habla el exorcista de Merlo – Moreno: Posesiones demoníacas, ritos y la fe por encima de todo

¿Sabías que la diócesis de Merlo – Moreno tiene un cura exorcista?

Joaquín Giangreco fue ordenado sacerdote católico en el 2008 por el entonces cardenal Jorge Bergoglio, hoy Papa Francisco. Tiene 41 años y sirvió en la Villa 1-11-14, en los parajes olvidados de Santiago del Estero y desde hace siete años está al frente de la parroquia “Nuestra Señora de Itatí” del barrio Mariló de la localidad morenense de Trujui. Está adscripto en el movimiento de “Curas Tercemundistas” o conocidos popularmente como “Villeros”.

“Acompaño casos de posesión, pero no tenés casos en cada esquina” refiere el padre Joaquín para acentuar en qué “hay mucha sugestión, muchos problemas psicológicos que se pueden confundir con una posesión”.

“Empezaron a aparecer situaciones que excedían las causas naturales” recordó sobre su comienzo como cura exorcista, ya en Trujui. “Empecé a ver situaciones preternaturales. Por ejemplo de estar hablando con una persona y que me vuele un jarrón por la cabeza” señaló y afirmó que siempre fue una persona racional. Ante estas situaciones, habló con monseñor Fernando Maletti, quien estaba al frente de la diócesis y Giangreco fue nombrado a la cabeza de la Pastoral de la Consolación. “Sos el exorcista” sentenció Maletti, fallecido el 8 de marzo del 2022.

“En los barrios comencé a descubrir que había muchas cosas que coquetean con la oscuridad, que da lugar a acciones demoníacas” y refiere a pactos y ofrendas a “San La Muerte”, por ejemplo, como puerta de acceso a las posesiones.

Actualmente acompaña a nueve personas sobre las que realiza el rito del exorcismo. “No hay un solo demonio” asegura el Padre Joaquín. “Si uno tiene que pensar que hace un exorcista, podría decir que se aburre rezando”.

“Lo que más me impactó fue la astucia y la maldad que tiene el demonio para dañar a la gente”. Y tiene un recuerdo de alto impacto: “Un día estaba haciendo un exorcismo y el demonio me lo nombraba a mi papá. Se reía diabólicamente. Termino el exorcismo y tenía un montón de llamadas perdidas de mis hermanos. Cuando atiendo me dicen “Acaban de encontrar a papá muerto”. El demonio se estaba burlando. El demonio no tiene cuerpo por eso sabía que había muerto mi papá pero él no causó la muerte”.

Imposible no referenciarse en Hollywood y en la película clásica del género de terror, estrenada en 1973, dirigida por William Friedkin y escrita por  William Peter Blatty. “Me ha pasado tener que sujetar a una persona con la familia y ver como los huesos se doblaban como goma” rememora y cuenta “hay exorcistas a los que le han pasado lo de la levitación. A mí me dijeron que me pasó en un exorcismo. Yo no lo vi porque estaba rezando. Pero los familiares, cuando terminé de rezar, me dijeron que si”.

Señala que la principal referencia y autoridad en exorcismo es el ya fallecido padre Gabriel Amorth, quien se desempañó por décadas como el “Exorcista del Vaticano”. Hay mucha bibliografía e incluso una película que protagoniza Rusell Crowe, personificando a Amorth.

Para cerrar deja una frase, también con impacto hollywoodense, “el gran éxito del “coludo” fue hacernos creer que no existe”.

Conozcamos a Joaquín Giangreco, el exorcista de la diócesis Merlo – Moreno.