La Defensoría del Pueblo Bonaerense tiene un área de «orientación pericial» pionera en su tipo

La Defensoría del Pueblo de la Provincia de Buenos Aires presentó formalmente su área de Orientación Pericial, la primera en su tipo a nivel nacional, por tratarse de un equipo interdisciplinario encargado de ofrecer un primer asesoramiento a víctimas de violencia de género, institucional y contra las infancias, de modo que no se pierdan o se construyan adecuadamente las pruebas necesarias para alcanzar una condena.

El área que coordina la médica forense Virginia Creimer, asesora e interviene en términos periciales en causas judiciales por femicidio o intento de femicidio, crímenes de odio hacia el colectivo LGBTIQ+, casos de gatillo fácil y abuso sexual en la infancia, entre otros.

«Hoy tenemos un número de denuncias en crecimiento, pero las condenas siguen muy bajas y el caso Lucía Pérez es bastante emblemático en ese sentido», dijo el defensor del pueblo bonaerense Guido Lorenzino en una reunión con periodistas de la que participó Télam.

Es que la participación de la Defensoría como amigo del tribunal en el segundo juicio por este femicidio que inicialmente no fue juzgado como tal, «nos llevó a pensar que había que crear algo que oriente a las víctimas y a sus familiares en la recolección de las pruebas más importantes para lograr la condena, que es la prueba pericial», es decir, la producción de «los elementos para construir la mejor denuncia» que permita arribar a una sentencia en el sentido buscado.

«Este ejemplo nos llevó a crear un área (de Orientación Pericial) en la que ya veníamos trabajando pero hoy le damos una institucionalidad mayor, y que no es un área ‘de la Defensoría’, sino un área que tiene la Defensoría a disposición de los operadores judiciales», dijo.

«Pero nosotros no somos los peritos de parte, somos un área de orientación pericial para que una persona víctima de algún tipo de violencia, que viene desesperada, sin elementos, sin recursos reciba una primera orientación de a dónde ir y qué hacer. Pero no vamos a poder acompañar cada denuncia de principio a fin más allá de seguir en contacto y monitorear la causa. Estamos convencidos que si empezamos a ordenar las causas, las condenas van a ser mayores, y tal vez esto lo veamos en 8 o 10 años», agregó.

Las víctimas que se encuentren atravesando estas situaciones de violencia, sus familiares o personas que las acompañan encontrarán en esta área asesoramiento telefónico y presencial, orientación y seguimiento en causas judiciales, alerta sobre irregularidades detectadas en el proceso judicial si las hubiera y redacción de informes técnicos periciales.

Además, no es necesario haber hecho la denuncia judicial, contar con patrocinio letrado ni estar constituido como particular damnificado para requerir la intervención de la Asesoría Pericial de la Defensoría.

A su turno, la coordinadora del área, Creimer explicó que la apuesta es «dar respuesta interdisciplinaria, más abarcativa, humana y empática de las personas que vienen en un momento crítico, devastador, de su vida en busca de ayuda»

«Nos encontramos con personas que vienen con un montón de portazos en la cara y no saben para dónde agarrar, de los que muchas veces escuchamos frases como ‘yo no sabía que tenía que pedir un examen de anatomía patológica’, o ‘yo no sabía que no tenía que lavar la ropa interior’, o ‘yo no sabía que no tenía que bañarme’, o ‘yo no sabía que tenía que guardar el profiláctico que tiró al lado mío’, o ‘yo no sabía que podía denunciar a la Policía'», explicó.

«Y no, no tenía que saberlo, porque para eso hay profesionales capacitades en cada una de las áreas, y porque en realidad nunca tendría que haberle pasado lo que le pasó», agregó.

Y en estos casos, la premura en la realización de las pericias «es fundamental», sobre todo cuando se trata de «violencia institucional en las comisarías» porque muchas veces ocurre que «cuando vamos a hacer la reconstrucción de los hechos o a evaluar el lugar del hechos, nos encontramos con un espacio donde podés comer en el piso de tan limpio» que está, con la presunta intención de borrar las pruebas.

«Que vayan perdiéndose las pruebas, que no haya una contención oportuna de las víctimas, que no haya nadie que las oriente genera no solo retraso y caída de las causas judiciales, sino que genera, desde el punto de vista subjetivo, un aniquilamiento de la persona víctima y de la que está tratando de ayudar a la persona inicialmente vulnerada», dijo.

Concretamente, cada vez que llega un caso se inicia «una ruta crítica» establecida para cada tipo de violencia, que adopta diferentes bifurcaciones dependiendo si hay o no denuncia judicial y, en caso de que la haya, hay que ver qué resultado arroja el análisis completo de toda la causa para determinar «qué hay, qué no hay, qué falta y qué se puede hacer», tras lo cual «se hace un informe y se recomienda qué se puede hacer en materia de pericia pero también de mirada judicial».

Para asesoramiento, se puede llamar las 24 horas al 0800 222 5262 o por WhatsApp al 0221 358 1323.

Télam