Lamentablemente no son buenas las noticias y se prevé que con referencia a los cortes de energía eléctrica, no será un verano para nada fácil para los rodriguenses. Ante los primeros calores que se vislumbraron la semana pasada, ya fueron docenas los problemas que se evidenciaron en todo el distrito, donde ya se hizo una costumbre tener que pasar varias horas del día sin luz.
Sin tener aún determinado quienes estarán al frente de la oficina de Defensa del Consumidor (hasta la gestión de Juan Pablo Anghileri, el referente era Maximiliano Ampudia), fue el jefe de compras municipal, Ezequiel Drago, quien tomó la decisión de gestionar la vuelta del suministro, por lo que se puso en contacto con un jefe de la empresa Edenor de apellido Puccini, el cual no fue nada halagüeño con referencia al futuro, dado que después de comunicarle que el problema de los cortes tiene que ver con la rotura de un transformador en una subestación de la Ruta 28, no dudó en comunicarle al funcionario comunal, que se espera “Un verano muy duro donde los cortes serán muy frecuentes”.
Se debe recordar que en General Rodríguez se están construyendo dos subestaciones nuevas, una al lado del corralón municipal y la otra en el barrio Los Troncos, pero ambas no estarán en funcionamiento en este verano, por lo que será imposible esperar que el servicio mejore con respecto a años anteriores.
Evidentemente los usuarios serán nuevamente perjudicados y lo único que restará esperar es que no cambien bruscamente los voltajes recibidos, dado que los mismos pueden terminar quemando los artefactos eléctricos en los domicilios particulares. También los comerciantes deberán estar atentos, dado que algunos problemas extensos de falta de energía, puede perjudicar en forma directa a mucha mercadería que necesite el frío para mantenerse en estado de preservación.
Nacional
Para completar el mal presagio de lo que se viene, en el orden nacional, el nuevo gobierno de Mauricio Macri tampoco está recibiendo buenas noticias al respecto.
«Lo único seguro es que habrá cortes de luz», con esa sentencia premonitoria, un funcionario del Gobierno resumió a LA NACION el escenario que maneja el nuevo ministro de Energía y Minería, Juan José Aranguren , con respecto al suministro eléctrico de los próximos días de verano.
El Ministerio estudia poner en marcha un plan de contingencia que permita sobrellevar las altas temperaturas de la mejor manera. En ese punto buscan diferenciarse de sus antecesores, como el ex coordinador de Planificación, Roberto Baratta, que ordenaba a las empresas cortar la luz en determinadas zonas geográficas, pero sin que existiera una orden por escrito.
En el Gobierno explicaron que la prioridad es mantener la integridad de los cables. Con las altas temperaturas, esa infraestructura se calienta y suele romperse, algo que hace más larga la reposición del servicio. Para evitar ese problema algunas alternativas involucran a los consumidores.
Por estas horas se evalúa transparentar la situación y pedirle a la demanda que ahorre energía debido a una situación de emergencia, que podría declararse. Es toda una novedad en comparación con lo que ocurrió en los 12 años de kirchnerismo, un período en el que siempre se negó la crisis eléctrica, pese a que los cortes eran más que reiterados.
Posibles medidas de ahorro
Bajo el paraguas de la emergencia eléctrica, una propuesta que las empresas distribuidoras, entre las que se destacan Edenor y Edesur , le hicieron llegar al nuevo gobierno, se podría ordenar que no se enciendan carteles publicitarios por la noche y vidrieras en horas pico, o suspender la realización de espectáculos deportivos nocturnos. Además, podría exigirles a los shoppings y supermercados que fijen el aire acondicionado en 24 grados.
Al igual que la electricidad, el agua corriente ha pasado a ser un elemento más que codiciado en los domicilios, dado que desde hace varias semanas, el líquido no sube a los tanques ni en los horarios nocturnos, cuando la presión parecía estar en su nivel normal. En la zona sur del distrito, existen sectores donde pueden pasar varios días sin agua, algo que lógicamente dificulta y mucho la vida diaria de todas las familias.
Las quejas realizadas en la empresa Aguas Bonaerenses S.A (ABSA), en su oficina de la calle Cherubini, casi no tienen sentido, dado que las excusas son por demás variadas, en relación a los cortes de energía y hasta la baja tensión que no permite el normal desenvolvimiento de las mismas.
A diferencia de temporadas anteriores, donde el agua no era posible obtenerla en las canillas de las casas cuando la temperatura superaba los 30º, en este caso el problema parece ser más severo, puesto que no se tiene la posibilidad de poder tener el líquido vital para la vida, ni siquiera en estos meses cuando todavía ni siquiera comenzaron los llenados de piletas.
La falta de inversión, de material técnico y humano, una vez más pone en jaque el servicio en nuestra localidad. Seguramente será mucho el trabajo del nuevo gobierno, si la idea es normalizar la situación que viene decayendo año tras año.