Vecinos y comerciantes de Trujui están molestos por el cierre de la avenida Caveri (ex Cervantes) desde Ruta 23 hasta la calle Gálvez. Son dos cuadras del centro comercial de la localidad. Se trataría de un trabajo que realiza la municipalidad de Moreno, donde levantaron el hormigón de la calle buscando una histórica pérdida de agua, que al menos lleva una década fluyendo el suministro descontroladamente en la vía pública. El malestar está enfocado no en la obra en sí, claramente necesaria, sino en el momento elegido para realizarla.
Este domingo se festeja el Día del Niño y esperaban un repunte de las ventas en esta compleja economía. Claramente esta situación impacta de lleno en el tránsito de personas por la zona y por ende en la visualización de los productos enfocados en los pequeños. A los comerciantes les habría dicho uno de los responsables de los trabajos, que los mismos se prolongarían durante un mes aproximadamente.
Cabe aclarar que la avenida Cervantes fue reparada a nueva hace un año atrás y la licitación la ganó la empresa DIPRONOR por unos 130 millones de pesos, que entró en conflicto con la comuna, paralizando los trabajos. Los datos con los que contamos indican que tuvo que ser finalizada por la municipalidad, que contrató a la cooperativa “Yunque” para la terminación de los canteros centrales.
DIPRONOR es la misma empresa que ganó la licitación para la construcción del edificio del Consejo Escolar en el predio en disputa entre la comuna y la Universidad de Moreno sobre la calle Merlo y que, luego de cobrar un anticipo de 87 millones de pesos, y amparándose en el conflicto con la casa de altos estudios, decidió paralizar los trabajos. Justamente ante una nueva compulsa de precios (y con DIPRONOR recurriendo a la justicia) quien obtuvo el contrato fue la cooperativa “Yunque”.