Algunas cirugías, tratamientos de quimioterapia, radiación o de hormonas pueden comprometer la fertilidad de las personas y esto no siempre es tenido en cuenta ni conocido, por lo que es conveniente realizar una consulta interdisciplinaria, aseguraron hoy especialistas del Hospital de Clínicas en el marco del mes de la fertilidad.
«Pacientes que se someten a cirugías, hacen un tratamiento quimioterapéutico, de radiación, toman hormonas o se operan para cambio de género, pueden comprometer su posibilidad de tener hijos si no tienen un seguimiento interdisciplinario», dijo Elena Zeitler, ginecóloga a cargo del área de Fertilidad del Hospital de Clínicas.
A esta lista, la especialista sumó otras enfermedades oncológicas y benignas como lupus, granulomatosis de Wegener, Síndrome de Turner, Galactosemia, Hemocromatosis, Talasemia, enfermedad de Crohn, y endometriosis, y a aquellas personas con antecedentes de enfermedades genéticas que también «pueden ver afectada su fertilidad y a veces no llegan a tiempo cuando consultan».
Desde el servicio de Andrología del Clínicas sostienen que personas que deciden realizarse una vasectomía como método anticonceptivo deben tomarlo como algo definitivo, dado que es reversible entre un 75 y 80% de los casos en el lapso de los 10 años una vez realizada la operación, y luego de este plazo su grado de reversibilidad desciende un 20%.
Respecto de quienes se hayan hecho una ligadura tubaria, Zeitler afirmó que, ante el deseo de un embarazo, se puede hacer una cirugía para recanalizar las trompas o una fertilización in vitro.
«La elección de la técnica va a depender de los antecedentes de la pareja y la cantidad de hijos que desean, pero principalmente de la edad de la mujer. Una mujer menor de 37 años con recanalización de trompas tiene mayor chance de lograr un embarazo versus una que hace tratamiento de fertilización in vitro (FIV), siempre realizada por un cirujano entrenado. A mayor edad, la posibilidad es la misma, ya sea por recanalización o FIV», amplió la médica.
En los casos de utilización de terapia hormonal de reasignación de género, Zeitler afirma que «se sugiere preservar la fertilidad antes de comenzar con el tratamiento; si bien aún se está estudiando, las mujeres trans verían afectada su fertilidad más que los varones trans con estos tratamientos».
En pacientes de sexo biológico femenino que han recibido quimioterapia o radioterapia, como quienes han tratado por estos métodos un linfoma en la niñez o adolescencia temprana o tienen diagnóstico de alguna enfermedad benigna de las mencionadas anteriormente, desde el Clínicas sugieren consultar con un ginecólogo o un especialista en Medicina Reproductiva por su reserva ovárica.
«En caso de tomar anticonceptivos, se debería esperar tres meses para hacer la medición de la reserva y si está afectada, se puede recurrir a una técnica de preservación de fertilidad», señaló Zeitler.
De acuerdo a la Ley 26.862, están incluidos en el Plan Médico Obligatorio los procedimientos y técnicas médico-asistenciales de reproducción asistida, inclusive servicios de guarda de gametos o tejidos reproductivos para aquellas personas, también menores de edad que por problemas de salud o por tratamientos médicos o intervenciones quirúrgicas puedan ver comprometidas su capacidad de procrear.
En las personas de sexo biológico femenino, las técnicas de preservación que suelen realizarse, preferentemente antes de iniciar cualquier tratamiento y de los 35 años, son congelamiento de ovocitos, embriones o tejido ovárico; la toma de medicación protectora del ovario y/o cirugía de proyección ovárica en pacientes que estén por hacer radioterapia; en tanto que en las de sexo biológico masculino, se realiza comúnmente el congelamiento de semen y/o de tejido testicular.
Télam