La empresa Gyuland anunció, mediante un comunicado, que los productos «son aptos para el consumo humano» y pese a la afirmación «detuvieron la entrega». La proveedora del Servicio Alimentario Escolar afirmó «que lamenta lo sucedido y las molestias generadas». La mercadería en cuestión son fideos de la marca Fidegal de la empresa Brüning, cuya fecha de vencimiento (octubre 2012) plasmada en el paquete estaba tapada con una faja negra pintada.