Un proyecto integrado por arqueólogos, historiadores, documentalistas, musicoterapeutas y psicólogos se propone aportar al fortalecimiento de la salud mental de excombatientes de Malvinas a través de la realización de diversas actividades en Vuelta de Obligado y otros territorios donde transcurrieron batallas en la Argentina del XIX. Se trata de una iniciativa cuyos antecedentes se encuentran en Gran Bretaña y Estados Unidos, la cual comienza a extenderse hacia otros países del mundo.
El proyecto «Veteranos de Guerra de Malvinas: Arqueología y Salud Mental, una vinculación potencialmente enriquecedora» es impulsado por el Equipo de Arqueología y Memorias de Malvinas (EAMM), integrado por arqueólogos e historiadores, junto a profesionales de la salud que asisten a excombatientes en el centro de salud del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas.
Las propuesta fue tomada de experiencias de las fuerzas armadas de Estados Unidos y el Reino Unido, las cuales convocan a sus veteranos el trabajo arqueológico en campos de batalla de las guerras napoleónicas y de la Primera y Seguda Guerra Mundial.
En la Argentina, el EAMM propone convocar a los veteranos de Malvinas para explorar los campos de Vuelta de Obligado, Pavón y Cepeda, entre otras batallas que acontecieron en territorio nacional.
El historiador del EAMM, Sebastián Ávila, dijo a Télam que la idea es llevar a los veteranos a los campos para hacer arqueología porque esta actividad «les ayuda de alguna manera a sanar el trauma» de la guerra.
«Esto es una actividad grupal, con foco en una misión y con la posibilidad de que el veterano pueda empatizar con otro sujeto que haya pasado por lo mismo, situaciones en un fortín, hambre, espera o mala logística. Ahí lo que encontramos es un paralelismo», dijo.
Estas prácticas tienen antecedentes en Europa desde hace varios años con veteranos de guerra ingleses, franceses, de Irak o de Afganistán, entre otros, a quienes se los lleva al lugar donde se libró la batalla de Waterloo.
«Los británicos hicieron esta experiencia con veteranos escoceses y un equipo de arqueología en Malvinas. A futuro lo ideal sería poder plantear esta actividad con veteranos argentinos en los suelos donde estuvieron, pero por supuesto es muy difícil», agregó Ávila.
Además, explicó que, en el caso argentino, tenemos una sola guerra en el siglo XX a diferencia de otros países con mayor cantidad de conflictos bélicos.
«Este es un proyecto que se puede hacer ahora y no dentro de 20 años -añadió el historiador-. Los veteranos más jóvenes tienen 60 años, le damos impronta porque es ahora».
El propósito es que los veteranos realicen una «arqueología del campo de batalla» en búsqueda de restos de esa contienda, lo que genera un efecto positivo en su salud mental, al poder internalizar que «no son los únicos que sufrieron» esa guerra, explicaron los autories de la iniciativa.
Carlos Landa, arqueólogo y parte del EAAM, detalló que desde el año pasado se encuentran trabajando con el centro de salud mental de veteranos de Malvinas en el desarrollo de un programa en conjunto para que quienes lucharon en la contienda del Atlántico Sur realicen prácticas arqueológicas de campo.
«Realizarán recorridas de inspección, utilización de elementos y tareas de excavación en cuadrículas con la participación de especialistas del centro de salud quienes evaluarán su desenvolvimiento y el potencial de la actividad», explicó.
A través del trabajo arqueológico de campo se permite a los veteranos de una guerra encontrarse con su país y con su pueblo, con muy buenos efectos terapéuticos.
Landa aseguró que la actividad arqueológica «es bastante sistemática» ya que se comparte mucho tiempo de trabajo, vivencias e historias.
«Es una instancia de mucha socialización, pueden observar la experiencia bélica y revisar el pasado porque trabajamos en sitios donde se combatió y en donde guarnecieron tropas frente a conflictos. Ahí hay empatía entre sujetos históricos con los veteranos actuales en cuanto a vivencia», aseveró el arqueólogo.
Las campañas arqueológicas
Entre las actividades previstas figuran trabajar con un detector de metales para encontrar restos de la batalla y trazar cuadrículas con una tanza para delimitar el espacio de los elementos hallados.
Otro factor de vinculación entre las disciplinas intervinientes en el proyecto es que esta actividad está muy ligada a lo militar ya que los arqueólogos hablan de campañas y de logística, un idioma que también manejan estos veteranos de guerra.
«La instancia de campo es ideal porque implica una serie de objetivos, una misión a completar y llevarla a cabo en un tiempo y espacio determinado», detalló el especialista.
Una de las claves es que aquellos que hayan sufrido de un estrés postraumático encuentren en estos lugares las mismas vivencias de personas que esperaban sabiendo que los iban a bombardear o a disparar y, en muchos casos con un armamento muy superior, como en el caso de la batalla de Vuelta de Obligado.
Los veteranos que participen del proyecto lo harán en grupos de diez a quince personas con la idea de que sea, también, una actividad lúdica, compartiendo el placer del hallazgo de piezas en jornadas al aire libre de tres a cinco días de duración.
«A la noche se pone en común lo que se hizo durante el día, se comparten desayunos, almuerzos y cenas. En una campaña siempre se está socializando», finalizó Landa.
Por su parte, Ávila reflexionó que los que estudian Ciencias Sociales «nos dedicamos a escribir papeles en conferencias donde nos escuchan diez o quince personas. Con este proyecto rompemos el cascarón de estar encerrados en nuestros escritos para saber si logramos ayudar a los veteranos de guerra de Malvinas», concluyó.
La presentación del proyecto tuvo lugar en el auditorio Leonardo Favio de la Biblioteca del Congreso de la Nación, donde los organizadores de la iniciativa estimaron que el próximo verano podrían tener lugar las primeras campañas arqueológicas y que todos los interesados en participar de la experiencia pueden escribir a objetosdemalvinas@gmail.com.
Télam