Un hombre fue condenado a reclusión perpetua por asesinar y enterrar en 2009 a un albañil boliviano en un descampado del partido bonaerense de Ituzaingó para usurpar su casa, tal como lo había hecho con otra víctima cuyo cuerpo también apareció en el mismo terreno.
Se trata de Armando Javier Olson, a quien el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 4 de Morón le atribuyó el “homicidio calificado por codicia” de Clemente Mamani (71).
Alicia Angiono, titular de la ONG Madres y Familiares de Víctima (Ma.Fa.Vi.), que asistió a la familia de Mamani, informó a Télam que el fallo de los jueces Carlos Torti, Rodolfo Castañares y Pedro Rodríguez se conoció este lunes al mediodía en los tribunales ubicados en Almirante Brown y Colón.
La decisión del TOC coincidió con lo que había solicitado en su alegato la fiscal de juicio, Florencia Di Sciascio, mientras que la defensa particular de Olson había pedido la absolución.
Angiono contó que durante el debate, que comenzó el 4 de junio, el ahora condenado Olson no declaró y que en la audiencia de este lunes 11 de junio decidió no estar presente al momento de la lectura del veredicto.
La titular de Ma.Fa.Vi. explicó que una de las pruebas que tomó en cuenta el tribunal fueron “las mentiras” de Olson cuando dijo que Mamani no sabía leer ni escribir, por lo que le había firmado el contrato de alquiler de su casa con su huella dactilar.
“La huella era de Mamani pero en el juicio presentamos un cuaderno en el que Clemente anotaba cada una de las mascotas que tenía en su casa y que demostró que sabía leer y escribir”, explicó Angiono.
La mujer señaló que varios testigos que en la instrucción de la causa habían reconocido al acusado como la persona que acompañaba a Mamani al momento en que éste desapareció de su casa se retractaron durante en el juicio oral, aunque sí lo situaron en el lugar en otras ocasiones.
Para Angiono el tribunal tomó en cuenta que se trataba de un caso prácticamente idéntico a otro por el que Olson ya había sido condenado.
Se trata del “homicidio calificado por codicia” del paraguayo Francisco Rodríguez Ocampo, cuyo cuerpo enterrado fue encontrado el 10 de junio de 2009, 17 días antes del hallazgo del cadáver de Mamani, en un descampado situado en Martín Fierro y camino del Buen Ayre, Ituzaingó.
Por ese hecho, en septiembre de 2010, el TOC 6 de Mercedes condenó a Olson a reclusión perpetua por considerar que había matado a Rodríguez Ocampo para usurpar la casa que la víctima habitaba en el vecino partido bonaerense de Moreno.
Según Angiono, en ese caso fue determinante la declaración de un hermano menor de Olson que lo delató ante los investigadores.
En ese sentido, la titular de Ma.Fa.Vi se mostró satisfecha con el veredicto en ambos caso aunque aclaró: “Olson no estuvo solo en todo esto”.
Mamani desapareció el 15 de marzo de 2009, de su casa situada en Santos Dumont 642, en el barrio El Pilar de Ituzaingó, en la zona oeste del conurbano.
Angiono recordó que “Olson sólo estuvo un día ocupando la vivienda de Mamani por la presión ejercida por los propios vecinos de la víctima que no creían en el supuesto alquiler del inmueble”.
Para la mujer, la víctima estuvo cautiva un tiempo durante el que la obligaron a colocar su huella en el contrato de alquiler.
Ante la sospechas sobre Olson, cuando apareció el cuerpo de Rodríguez Ocampo en el descampado junto al Camino del Buen Ayre, los vecinos fueron a rastrillar el lugar y el 27 de junio de 2009 hallaron el cadáver de Mamani en otro sector del terreno.
Según la autopsia, el albañil boliviano fue asesinado de tres puntazos en la espalda.
El cuerpo de Mamani -quien no tenía familiares directos en el país- estuvo varios meses en la Morgue Judicial como «NN» hasta que se acreditó su identidad.
Luego de conocerse el crimen, la casa de Mamani fue convertida en un refugio para mascotas en riesgo.