Secuestro exprés: pago de rescate, víctimas ilesas y fuerte enfrentamiento con la policía

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Exclusivo. Una madre y su hija fueron secuestradas en la zona de Ituzaingó. La captura se produjo pasadas las 17 horas de este lunes 25 de enero. Los delincuentes comenzaron una negociación con los familiares de las víctimas y acordaron el pago del rescate en la zona de Francisco Álvarez, partido de Moreno.
A partir del momento en que la familia toma conocimiento de la captura de estas mujeres se pusieron en contacto con la policía, quiénes le dan intervención a la Fiscalía Federal N°2 de Morón cuyo titular autoriza tareas de inteligencia que permitieron que los uniformados comenzaran a seguirle el rastro a los malvivientes.
En la zona de Francisco Álvarez finalmente se produce el pago del rescate. Las fuentes informaron que habría sido un monto cercano a los $30.000. Cuando las víctimas son liberadas -sanas y salvas- entra en acción personal de la CDI (Ex DDI de Mercedes) quiénes interceptaron la camioneta VW Amarok en la que se movilizaban los delincuentes y comienza un feroz tiroteo en el cruce de la colectora sur de la Autopista del Oeste y la calle Victorino de la Plaza. Más de 30 casquillos recolectaron los peritos de la Policía Científica en el lugar.
Los delincuentes logran darse a la fuga y llegan al barrio 25 de Mayo, específicamente a la intersección de las calles Watt y Ghandi, donde abandonan la camioneta Amarok y a punta de pistola roban otro vehículo que posteriormente es encontrado en la zona de Ituzaingó. Se sospecha que al menos uno de los delincuentes estaría gravemente herido según el testimonio de ocasionales testigos que indicaron que uno de estos individuos presentaba grandes manchas de sangre y era arrastrado por sus cómplices. Hasta ahora no se produjeron detenciones.
El hecho primario, el secuestro primario de estas dos mujeres habría comenzado cerca de las 17 y finalizó en Francisco Álvarez dos horas después, aproximadamente.
Cabe destacar que los malvivientes estaban fuertemente armados. Se espera los resultados de las pericias pero todo parece indicar que al menos uno de ellos habría estado armado con un fusil de alto poder de fuego. Los policías que lo enfrentaron solamente tenían sus armas reglamentarias de 9 mm. Además los policías se movilizaban en autos particulares y propios y los vehículos quedaron gravemente dañados haciéndose cargo de la reparaciones los propios funcionarios policiales intervinientes en el tiroteo. Una verdadera injusticia.