La localidad bonaerense de La Horqueta, en el partido de San Isidro, se convirtió en escenario de un cinematográfico suceso, ya que un triple asesino logró evadirse de una camioneta del Servicio Penitenciario de la provincia de Buenos Aires, cuando era trasladado, desde un tribunal, al penal de General Alvear. El delincuente, que saltó por una puerta trasera del vehículo tras romper las esposas, corrió 600 metros y luego se refugió en una villa de emergencia, mientras era perseguido por uno de los guardicárceles. Habitantes del vecindario resolvieron agredir al uniformado, que además fue mordido por un perro de raza pitbull de la gente que vive en dicho asentamiento. Finalmente, el marginal fue recapturado por las autoridades policiales, en Paso del Rey, en el partido de Moreno.
Al respecto, los voceros de los tribunales de San Isidro revelaron que el individuo fue identificado como Rodolfo Alejandro Giménez Ibáñez, de 31 años.
Trascendió que el hechos se produjo cuando Giménez Ibáñez era trasladado en una camioneta Ford Ranger, del Servicio Penitenciario bonaerense, luego de haber concurrido, a raíz de un habeas corpus, al Tribunal Oral Criminal (T.O.C.) N° 7 de San Isidro, en la causa N° 1351 que está caratulada “Homicidio agravado por concurso premeditado de 2 o más personas”, en la que recibió una condena de primera instancia a prisión perpetua (la pena finalizará el 29 de agosto de 2032). Aquel expediente, por un asesinato sucedido en Boulogne, había sido tramitado en su momento por el fiscal Diego Molina Pico.
De acuerdo a lo manifestado por los informantes, en el rodado también era llevado el recluso Hugo César Acosta Brandán. Además, en el vehículo se hallaban el subprefecto Diego Farías, el sargento 1° Mauro Burgueño y el sargento Mauricio Marinelli, que se encargaba de conducir la unidad, que se dirigía rumbo a la Unidad Penitenciaria N° 30, en General Alvear.
Cuando la camioneta con los reos y los guardias arribó al cruce del Camino Parque Buen Ayre y la Ruta Panamericana, cerca del cementerio de Boulogne, en La Horqueta, los despreciables malvivientes comenzaron a forcejear con esos custodios, oportunidad en la que Giménez Ibáñez se liberó de las esposas y se arrojó por la puerta trasera del rodado. Tras caer al pavimento, el sujeto emprendió la fuga y, luego de correr 600 metros, se refugió en los pasillos de la Villa Santa Ana mientras era perseguido por uno de los custodios, quien efectuaba disparos intimidatorios. Algunos habitantes del asentamiento vieron esa situación y salieron en defensa del hampón, ya que apedrearon al uniformado, quien a su vez resultó mordido por el animal.
Pesquisas policiales de la Dirección Departamental de Investigaciones de San Isidro detuvieron a Giménez Ibáñez en una finca situada en Maipú al 6800, casi en la esquina con Guillermo Marconi, en la localidad bonaerense de Paso del Rey, en el oeste del conurbano.
Giménez Ibáñez tiene además una condena a 8 años de cárcel por “Homicidio Simple” (vencerá el 18 de febrero de 2022) en la causa N° 12.817, a disposición del Juzgado de Ejecución Penal N° 1 de Azul.
Intervino en la causa por la fuga el doctor Facundo Osores Soler, fiscal en turno de Boulogne, dependiente del departamento judicial de San Isidro.