Barrio La Catalina: En una desavenencia por la venta de drogas, asesinaron a un sujeto con antecedentes

En un claro ajuste de cuentas por ventas de drogas, un sujeto con antecedentes delictuales fue asesinado de al menos un disparo en el pecho. Detuvieron a un ciudadano paraguayo, que enfrenta un proceso penal no solo por el homicidio sino por la comercialización de estupefacientes al menudeo.

Nuevamente el escenario de un crimen es el barrio La Catalina de la localidad morenense de Trujui. Esta zona, producto de las usurpaciones en su mayoría, tuvo un crecimiento demográfico exponencial durante la pandemia. Muchos habitantes que fueron víctimas de negocios inmobiliarios ilegales y que se ganan el pan honestamente y de manera cotidiana residen allí. La falta de presencia del Estado también es caldo de cultivo para la aparición de grupos narcos. Días atrás la justicia junto a la Policía Federal desarticuló una banda que vendía drogas en un paraje denominado “La Tranquera”, donde habían secuestrado a un sujeto al que acusaban de robar, amputándole un dedo y sometiéndolo a torturas durante tres días, para luego liberarlo.

En este nuevo hecho, ocurrido en las primeras horas de la mañana del lunes 11 de marzo, un sujeto resultó muerto al recibir al menos un disparo en el pecho. Falta la confirmación de la operación de autopsia para determinar si lo alcanzó un plomo o dos, porque tenía dos orificios. Pero el médico que asistió al lugar consideró que se trataba de un agujero de entrada y el restante de salida del balazo.

Un móvil del Comando de Patrullas de Moreno asistió a dos llamados al servicio de emergencia 911. Cuando arribaron al punto de referencia, las calles Pedro de Mendoza y Magdalena, se encontraron con un sujeto que intentaba escapar a la carrera. Lograron detenerlo y en la requisa le encontraron una pistola calibre 9 mm entre sus ropas. Fue inmediatamente esposado y subido a la cabina del vehículo oficial.

En una casa de las inmediaciones, con el portón de acceso vehicular entornado, los oficiales visualizaron a un individuo tirado en el porche de entrada. Al acercarse confirmaron que estaba desvanecido. El médico, posteriormente, chequeó que ya había fallecido. Presentaba al menos una lesión de bala en el pecho.

Desde la ventana, a centímetros donde estaba el cadáver, se veía dentro de la construcción una mesa donde había papeles similares a los que se utilizan para la venta de cocaína. A lado, otra pistola. Ya con la presencia de los Dres. Pablo Córdoba y Federico De La Llera (secretario y auxiliar letrado de la UFI Nº 3 que conduce la Dra. Luisa Pontecorvo) se realizó el allanamiento y el personal policial de la comisaría 2º de Moreno (Trujui) secuestraron además dinero en efectivo y cuadernos con anotaciones. La libreta del almacenero, le dicen. La contabilidad es todo, también en el mundo del hampa. Los mercados mandan.

La persona fallecida fue identificada como Adrián Andrés, de 32 años. Tenía antecedentes por diversos delitos. No encontraron que portara arma alguna. Su cuerpo fue trasladado al Cuerpo Médico Forense de General Rodríguez para la realización de la necropsia.

El detenido se llama Rubén Darío Zamudio, de 35 años y nacionalidad paraguaya. Era el propietario de la vivienda donde se desarrolló el drama. Los investigadores tienen como principal hipótesis del crimen desavenencias por la comercialización de estupefacientes. Ocupaba en solitario la finca. Los vecinos señalaban ese lugar como un “kiosco” de venta de drogas. Su nuevo lugar de residencia es un calabozo de la seccional del Cruce Castelar.

Zamudio enfrenta el proceso penal por “homicidio agravado por el uso de arma de fuego, tenencia de estupefacientes con fines de comercialización, tenencia de arma de guerra y de uso civil y encubrimiento”. Este último delito es doble. Uno es por la pistola 9 mm que portaba. Tenía pedido de captura por haber sido robada en José C. Paz. El otro por una moto Honda XR que había sido sustraída en la zona días antes.