Fiestas Electrónicas: Una nueva clausura y conmoción por la muerte de un empleado del lugar de manera accidental

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Durante la tarde del pasado viernes nuevamente personal municipal y de seguridad clausuraron la quinta «La Mansión» en Trujui. Las alarmas se encendieron cuando el sábado al mediodía apreció flotando en la pileta del predio el cuerpo sin vida de un hombre que trabajaba en el parquizado del lugar. La muerte de este empleado se habría producido de manera accidental y no tendría relación con el accionar del Estado comunal.
Hace dos semanas se clausuraba y de esta manera se desarticulaba, una fiesta electrónica en una quinta de Trujui. En esta ocasión llegaron tempranamente durante la tarde del pasado viernes 8 de enero para impedir que se realice una nueva fiesta electrónica, tomando en cuenta además que la misma ya estaba clausurada.
Efectivos de Prevención Urbana, dirección de Tránsito, Inspección Comunitaria, Comercio, personal de la comisaria Moreno 2° y el grupo GAD procedieron a ingresar a la quinta ubicada en Santos Dumont al 7640, secuestrando una importante cantidad de bebidas alcohólicas, elementos de sonido e iluminación, un vehículo y retención de registros de conducir y otros elementos que completan un marco para la realización de las llamadas “Fiestas Electrónicas”.
Pero al otro día llegó una noticia que conmocionó a la estructura municipal y policial. En la pileta de natación de la quinta apareció el cuerpo sin vida de un hombre. Se trataba de Raúl Barreneche, de 47 años, quien se desempeñaría como parquista del encargado de la quinta (quien además sería el responsable de la subarrendamiento de la propiedad) cuyo nombre sería Juan Geréz. Ante la posibilidad de que la clausura de la fiesta tuviese relación directa con la muerte de Barreneche, se solicitó la operación de autopsia inmediata. Un sudor frío recorría la espalda de los responsables de las áreas comunales intervinientes, ante la posibilidad de un escándalo que ya tenía un antecedente en La Plata. El 1º de enero murió en una fiesta electrónica, también ahogada en la pileta, Yésica Emilia Uscamayta Curí de 26 años; el evento era ilegal.
Para alivio de los funcionarios municipales morenenses (no así de los familiares de la víctima) los médicos forenses confirmaron que Barreneche murió ahogado, sin evidenciar golpes externos ni presumir una mecánica que indicara la intervención de un tercero. Las fuentes consultadas señalaron que presentaba una alta proporción de alcohol en sangre. De esta manera se descartó que el fallecimiento de Barreneche haya tenido vinculación con algún problema interno suscitado por la clausura de la quinta. Pero evidentemente, además del accionar municipal y policial impidiendo la realización de la fiesta, esta muerte empaña la ya de por si conflictiva historia de «La Mansión».