En la noche del sábado último y con una presencia multitudinaria, el Club Recreativo Los Indios celebró sus setenta y cinco años de vida, con una cena show que se desarrolló dentro del marco familiar que caracteriza a una de las instituciones deportivas, sociales y educativas más importantes del oeste del conurbano bonaerense. En la ocasión, además de socios y deportistas de la entidad, asistieron autoridades del orden comunal y político de la sociedad morenense, como así también de clubes del distrito y de distintas federaciones y asociaciones deportivas.
El titular de la entidad, Osvaldo Benítez, señaló, entre otras apreciaciones, sus agradecimiento personal “a dirigentes, ex dirigentes, representantes de clubes amigos, autoridades de distintos organismos deportivos como así también del contexto gubernamental y político local, por acompañarnos en esta cita tan especial que es la celebración de los setenta y cinco años de vida de un club que ha sabido posicionarse como uno de los más importantes de esta zona de la provincia de Buenos Aires, no sólo a nivel deportivo, sino también a nivel social y educativo”.
A continuación, el presidente de Los Indios añadió que “desde el 2007 a esta parte, no sin mucho esfuerzo, se inicio un proceso de reacomodamiento institucional, que se fue profundizando a través de los años y que, hoy, enorgullece no sólo a todos aquellos que formamos parte de la familia de la institución sino también a toda la comunidad morenense”.
Esa gran noche de festejos, también fue propicia para homenajear, en vida, a personas que hicieron grande a la entidad, tal el caso de don Luciano Pastura, con sesenta años de socio y varias veces presidente en el club; como así también a los socios vitalicios Luis Schillaci y Vicente “Tito” Mársico, ambos actuales integrantes de comisión directiva; al igual que Ernesto Lemos -precursor del Judo no sólo en el club sino también en Moreno-; Hernán Maemori -responsable actual de esta disciplina en la entidad- ; Santiago “Charito” Ibáñez, por sus treinta dos años ininterrumpidos de trabajo de la institución, no sólo en la formación de jugadores de ambos sexos y de entrenadores de básquetbol, y a Gladys Lugo, todo un símbolo del voley femenino “Blanquinegro”.