Tres detenidos en Trujui por incidentes en los festejos del Mundial

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Al menos tres jóvenes fueron detenidos por la policía a raíz de distintos robos en el Cruce Castelar al finalizar el partido entre Argentina y Alemania. También se registraron incidentes menores en el centro de Moreno.
El subcampeonato de la selección Argentina en Brasil dejó un sabor amargo. Pese a esta circunstancias, muchas familias decidieron salir a festejar, para así reconocer el esfuerzo de los futbolistas argentinos. Aunque también ganaron la calle los delincuentes.
En Trujui, en el Cruce Castelar -Ruta 23 y Avenida Néstor Kirchner (ex Roca)- se reunió una muchedumbre. Algunos de los más exaltados, comenzaron a romper vidrieras, entre ellas la que posee el Grupo Márquez, comercio dedicado a la venta de electrodomésticos, ubicado justo en esa esquina.
Rápidamente los vándalos se apoderaron de algunos de los televisores LED -entre otros artículos de menor valor- y comenzaron a correr por la Ruta 23. Llegó personal de la Comisaría 2º de Moreno y logró atrapar a tres, quienes quedaron a disposición de la justicia. Los demás, pudieron fugar.
En la plaza San Martín, lugar que era considerado el epicentro de los festejos, se montó un fuerte operativo de seguridad. Los colectivos de línea terminaban su recorrido a unas cuadras, teniendo en cuenta los desmanes que se produjeron el miércoles 9 de julio, cuando Argentina le ganó por penales a Holanda y de esta manera acceder a la final. En aquel momento, algunos enfervorizados “hinchas” se subieron a los techos de las unidades. Otros, violentos, robaron elementos como matafuegos y golpearon a pasajeros y choferes. El saldo fue de 14 colectivos con distintos daños y algunos contusos.
Pese a esto, antes que llegara el grueso de los vecinos a festejar, un grupo de jóvenes rompió la vidriera de una casa de deportes frente a la Plaza San Martín, sobre la Avenida Libertador. Los vendedores ambulantes que se encontraban apostados en las proximidades defendieron el comercio y los delincuentes escaparon, con algunos golpes.
Ya en los festejos hubo intercambio de golpes entre grupos antagónicos, aunque lejos estuvo de ser masivo el enfrentamiento. Tan es así que no hubo lesionados de gravedad.
Cuando las horas pasaron, y los ánimos se calmaron, comenzó la desconcentración. Allí fue cuando un grupo de delincuentes hizo añicos los vidrios de una casa de venta de instrumentos ubicada sobre Libertador casi Merlo, pero no habrían logrado sustraer ningún elemento.
Un festejo que estuvo empañado por hechos de violencia, encabezados por los minúsculas gavillas de malvivientes, los cuales ya nos tienen acostumbrados a estos desmanes.