Una movilización pidiendo justicia por la muerte de Carlos “Risita” Cisneros, terminó generando un fuerte enfrentamiento político – sindical, entre el intendente Juan Pablo Anghileri y el secretario general del gremio de camioneros Pablo Osuna. Hubo incidentes y tiraron camiones de basura en la puerta del municipio. La intervención directa del secretario general de la CGT, Hugo Moyano, terminó destrabando el conflicto.
Madrugada del lunes 27 de enero. Al cumplirse el primer aniversario de la muerte de Carlos “Risita” Cisneros, un grupo de alrededor de 50 personas realiza una manifestación frente a los talleres de la empresa Terminal Multipropósito en la Colectora Sur. Familiares y amigos (entre ellos muchos hinchas de Alem), pedían justicia porque consideran que uno de los camiones recolectores de la basura, fue quién atropelló a “Risita” en la intersección de la calle Leloir con Balbín.
Hubo quema de cubiertas y cánticos contra quienes llevan adelante la investigación, porque si bien hay un empleado imputado, el mismo seguiría trabajando y no estaría ni siquiera impedido de manejar los vehículos de gran porte.
En un clima caliente, se genera una situación que fue determinante para lo que ocurrió el resto del día. Tres automóviles que estaban afuera del predio, pertenecientes a gente que estaba trabajando, en ese momento, en la recolección, son dañados. Roturas de parabrisas, abolladuras en el techo y capot y roturas de todas las cubiertas, fue el saldo final de una acción vandálica que hasta hoy no tiene responsables. La policía, que seguía de cerca las acciones, no detuvo a nadie, por lo que se comenzaron a generar las propias controversias entre los organizadores de la manifestación y el Sindicato de Choferes de Camiones que, en la figura de su secretario general, Pablo Osuna, comenzó a tomar una acción directa en el conflicto suscitado.
Claudio Cisneros, hermano del fallecido un año atrás dijo al respecto: “Que me venga a decir quienes fueron, porque en la marcha estaba mi familia y gente conocida y no vi a nadie que haya sido detenido”, agregando que “Nadie comprobó nada de lo ocurrido. Yo si les puedo decir que mataron a mi hermano y el responsable sigue adentro de la empresa como si nada. Hace su vida normal y anda bien en todos lados”, subrayó.
Por su parte Osuna dijo sobre el mismo tema: “Comparto el dolor de la familia, pero no entendemos la reacción. Porque hubo trabajadores a los que les destruyeron sus autos, se rompieron camiones de la empresa y además hubo compañeros que fueron agredidos en medio de la manifestación”. “Tienen que entender que con los trabajadores no se tienen que meter. Si quieren tener una reacción que se la tomen contra la empresa, no con los compañeros que terminaron siendo las víctimas”, señaló el sindicalista.
Apenas pasadas las 3 de la mañana, se levantó la movilización que se estaba desarrollando en la puerta de la empresa y alcanzaron a salir los primeros camiones para realizar la recolección. Los vehículos en las calles no iban a durar mucho tiempo, dado que el gremio decidió, al hacer un análisis de los acontecimientos, un cese de actividades pidiendo seguridad y que alguien se haga cargo de los destrozos ocurridos en los automóviles.
Con el trabajo a medio hacer, la ciudad amaneció con varias montañas de basura. Los perros, ante el no levantamiento de las bolsas, rompieron las mismas y desparramándolas generaron que, por todo el día lunes, General Rodríguez muestre la peor de sus caras.
Movilización
Mostrándose indignado ante la falta de una resolución por parte de las autoridades policiales y municipales, Pablo Osuna mostró una carta fuerte. Siendo cerca de las 9.15 horas, cerca de diez camiones de la empresa Terminal Multipropósito se apostaron frente a la intendencia sobre la calle Garrahan y 2 de Abril y tres de los vehículos volcaron toda la basura en la calle. La protesta, por la forma y la magnitud, generaron un verdadero revuelo en el centro de la ciudad. “No nos vamos a mover de acá hasta que nos garanticen la seguridad que ningún compañeros más vaya a sufrir una agresión”, dijo Osuna, quién agregó: “Parece insólito pero acá se dañaron a autos y personas y no hay nadie detenido”.
Juntándose todos los trabajadores en la plaza, el sindicato solicitó mantener una reunión directamente con el intendente municipal Juan Pablo Anghileri. Hubo algunas negociaciones previas y finalmente alrededor de las 10,30 horas, hizo su ingreso al despacho del jefe comunal el propio Osuna, acompañado por el concejal Manuel González y el director de asuntos gremiales Juan Carlos Cáceres, ambos pertenecientes al sindicato de camioneros.
Según se indicó la reunión fue muy áspera. Las diferencias que ya había con anterioridad a este conflicto entre Anghileri y Osuna se volvieron a manifestar claramente. Hubo recriminaciones de ambos lados, por lo que, como era de esperar, a los 20 minutos, salió Osuna muy ofuscado y dijo: “El diálogo mantenido fue malo porque este intendente no es peronista”. Luego señaló: “No entiende que los trabajadores fueron agredidos, no quiere reconocer la rotura de los autos y ahora encima les quiere descontar el día. La verdad es que deja mucho que desear como intendente”.
Minutos después y luego de ratificar que la medida de fuerza continuaba, el propio secretario general de la seccional General Rodríguez – Luján, dio la orden de sacar los camiones y finalizar con la manifestación en el centro de la ciudad.
En cuanto a la basura tirada en medio de la calle, terminó siendo levantada por empleados municipales, que la cargaron en dos camiones de la comuna.
Arreglo
Desde el momento en que Osuna dejó el municipio, el intendente municipal Juan Pablo Anghileri, a sabiendas que estaba en las puertas de una posible rebelión popular ante el basurero gigante que se había transformado la ciudad, realizó una jugada que evidentemente le terminó dando grandes réditos. Se comunicó directamente con el secretario general de la CGT, Hugo Moyano y allí le explicó lo que estaba sucediendo en General Rodríguez, donde un problema que Anghileri consideraba que se había suscitado por afuera del municipio, estaba rebotando directamente en toda la sociedad.
Al parecer las palabras del mandatario local sonaron contundentes en el jefe gremial, dado que en horas de la tarde fue el propio Osuna, mucho más calmado, quién le informó a Anghileri que se levantaba la medida de fuerza y los camiones de la empresa Terminal Multipropósito estarían saliendo en la madrugada del martes a realizar sus trabajos.
El intendente, de esta manera, evitó lo que se hubiese sido un “problema de Estado”, ya que de no salir los recolectores el día martes, todo se transformaría en un verdadero caos, dado que el ciudadano común, nunca llegó a entender realmente que era lo que estaba pasando y echaba la culpa de lo sucedido a las deficiencias en el servicio de la municipalidad en general y de Terminal Multipropósito en particular.
Habló Anghileri
Para brindar detalles de los hechos acontecidos durante la jornada del lunes, el intendente municipal Juan Pablo Anghileri realizó una conferencia de prensa en su despacho, el martes en horas de la mañana. Comenzó diciendo acerca de lo que motivó la reacción de los camioneros: “El problema suscitado debe arreglarlo la justicia y los vecinos no tenían por qué pagar las consecuencias, si es que se habían roto tres automóviles. Desde mi lugar voy a apoyar cualquier marcha de vecinos en forma pacífica y en éste caso en particular, acompañando a la familia (Cisneros) en todos sus reclamos”.
Más adelante Anghileri agregó que en la charla sostenida con Osuna, le comentó al secretario general de los camioneros que le brindaría la seguridad necesaria a los trabajadores, pero que, de ninguna manera, el municipio se iba a hacer cargo del arreglo de los automóviles. “Este tipo de exigencias no las acepté porque fue un inconveniente que no le compete solucionar al municipio”, comentó el líder político local, quién finalizó comentando: “Reitero que los vecinos no son responsables por lo acontecido con la familia Cisneros y, por lo tanto, no merecían esta demostración por parte del sindicato”.
